Compartir nuestro testimonio es una tarea importante. Nuestro testimonio es una herramienta poderosa para inspirar y animar a otros. Cuando compartimos nuestro testimonio, no solo les contamos lo que sucedió en nuestras vidas, sino también lo que Dios ha hecho en ellas. Al hacerlo, glorificamos a Dios y ayudamos a otros a acercarse a Él.
La forma en que San Pablo compartió su testimonio en el Nuevo Testamento nos anima. Compartió cómo Jesús transformó su vida. El testimonio de Pablo animó a otros a creer en Cristo Jesús. De la misma manera, si compartimos las maravillas que el Señor Jesús ha hecho en nuestras vidas, será un gran aporte para el crecimiento del reino de Dios.
Cuando Jesús estuvo en la tierra y sanó a muchas personas, estas iban y se lo contaban a otros. Dios quiere que compartamos nuestro testimonio. Pero necesitamos valentía para hacerlo. Pero debemos recordar que no estamos solos y que el Espíritu Santo está con nosotros para ayudarnos a compartir nuestros testimonios.
Los milagros que Dios realiza en cada una de nuestras vidas son únicos. Dios no obra de la misma manera en la vida de todos, así que cuando compartimos nuestro testimonio único con otros, ellos también deciden creer en Dios. Se dan cuenta de que Dios puede obrar milagros en sus vidas de diferentes maneras.
Por eso debemos compartir los milagros de Dios con los demás. Esto los bendecirá y alegrará nuestros corazones. Analicemos los siguientes versículos bíblicos que hablan sobre compartir tu testimonio.
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
— 1 Pedro 3:15
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 5:16
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra”
— Hechos 1:8
“Venid, oíd todos los que teméis a DiosY contaré lo que ha hecho a mi alma”
— Salmos 66:16
“Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero de la palabra del testimonio de ellos, menospreciaron sus vidas hasta la muerte”
— Apocalipsis 12:11
“Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, cómo ha tenido misericordia de ti”
— Marcos 5:19
“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”
— 2 Timoteo 1:8
“(porque la vida fue manifestada, la hemos visto, testificamos, os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, se nos manifestó); lo que hemos visto oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, con su Hijo Jesucristo”
— 1 Juan 1:2-3
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique?”
— Romanos 10:14
“Vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio”
— Juan 15:27
“Vuélvete a tu casa, cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él”
— Lucas 8:39
“Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, abundante gracia era sobre todos ellos”
— Hechos 4:33
“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”
— 1 Tesalonicenses 1:8
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos”
— Mateo 10:32
“Anunciaré tu nombre a mis hermanosEn medio de la congregación te alabaré”
— Salmos 22:22
“Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto oído”
— Hechos 22:15
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría”
— 1 Corintios 2:1
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre”
— Hebreos 13:15
“Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”
— 2 Corintios 4:13
“Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho”
— Juan 4:39
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”
— Hechos 20:24
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”
— 1 Pedro 2:9
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, también al griego”
— Romanos 1:16
“Diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido”
— Isaías 12:4
“Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios”
— Lucas 12:8
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”
— 2 Corintios 5:20
“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio”
— Filipenses 1:27
“Por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio”
— Efesios 6:19
“El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”
— 1 Juan 5:10
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”
— Colosenses 4:6
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendoTe he puesto para luz de los gentilesA fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
— Hechos 13:47
“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”
— 1 Timoteo 6:12
“Para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”
— Tito 3:7
“Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; esta vida está en su Hijo”
— 1 Juan 5:11
“Díganlo los redimidos de JehováLos que ha redimido del poder del enemigo”
— Salmos 107:2
“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, no calles”
— Hechos 18:9
“Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina”
— 2 Timoteo 4:2
“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo”
— Mateo 28:19
“El fruto del justo es árbol de vidaY el que gana almas es sabio”
— Proverbios 11:30
“De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, lo que hemos visto, testificamos; no recibís nuestro testimonio”
— Juan 3:11
“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”
— 1 Tesalonicenses 2:13
“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento”
— 2 Corintios 2:14
“Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él”
— Juan 1:7
“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis creáis, entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí”
— Isaías 43:10
“Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin”
— Mateo 24:14
“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra con las obras”
— Romanos 15:18
“Pero levántate, ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro testigo de las cosas que has visto, de aquellas en que me apareceré a ti”
— Hechos 26:16
“Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo mi casa serviremos a Jehová”
— Josué 24:15
“Del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder”
— Efesios 3:7
“Para que seáis irreprensibles sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”
— Filipenses 2:15
“Porque no os hemos dado a conocer el poder la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”
— 2 Pedro 1:16
“Así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros”
— 1 Corintios 1:6
“Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, será prosperada en aquello para que la envié”
— Isaías 55:11
“Tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito”
— 2 Pedro 3:15
“Solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba”
— Gálatas 1:23